En el artículo en cuestión Vicente Palermo afirma: “Entre las propuestas concretas disparadoras del debate deberían estar, a mi juicio, las siguientes: 1. la propuesta a Gran Bretaña de reeditar la fórmula del “paraguas de soberanía” como marco para una política de cooperación de gran alcance ; 2. el reconocimiento de los isleños (malvinenses/Falklanders) como sujetos de derechos y deseos y no apenas de intereses; 3. la remoción de la cuestión Malvinas de la cúspide de las prioridades de la política exterior argentina y 4. la adopción de algunas decisiones simbólicas y legales (como la relacionada al feriado del 2 de abril”. De estos cuatro puntos, sin duda, el más importante es el número dos, el reconocimiento de los isleños como sujetos de derecho pues, de esa forma, la Argentina admitirá que los isleños tienen el derecho a la autodeterminación y estos, entonces, podrán elegir “libremente” entre pertenecer a la Argentina o “constituir un estado independiente”. No creemos necesario que el Estado Argentino recurra a la encuestadora Mora y Araujo para saber el posible resultado de tal votación. La posición de Palermo tiene la virtud, como la tenía la de Sarmiento, de ser clara y prístina. La versión de Palermo nos es de una gran utilidad pues revela cabalmente los pasos que Inglaterra quiere que la Argentina siga. De esta forma se encuentra perfectamente justificado su sueldo en el Conicet. Al saber lo que los ingleses quieren que hagamos sabemos, entonces, lo que no tenemos que hacer.

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